En nuestro pequeño país, la lluvia es tan escasa, que cuando llueve dejamos aquello que estamos haciendo y salimos a mirar como llueve. No sabe llover: nunca llueve, y cuando lo hace, cae el diluvio universal. Los barrancos y las rieras, siempre secas, se llenan entonces de agua, y sus cauces bajan furiosos, arrastrando cuanto encuentran a su paso. Y nosotros salimos a verlo, y cantamos, como Supertramp : «It’s raining again…«
Será que estamos un poco románticos…
Instagram es el medio ideal para los floristas. Las flores son bellas, son imagen, son la ilusión del momento. Y con Instagram podemos compartir fácilmente esa imagen, ese momento. Con Instagram no necesitamos grandes explicaciones, compartimos fotografías del momento, que se difunden rápidamente por todo el mundo.
Hoy no hay arte floral, ni marketing, ni grandes pintores, por no haber, no hay ni flores. Hoy os traigo un pedacito de cielo al atardecer…
De vez en cuando, navegando por Facebook o por internet tienes la suerte de encontrar pequeñas joyas, hacer grandes descubrimientos o aprender pequeños secretos. Así me pasó con Matthiue Miller, un joven fotógrafo belga que ha realizado unas preciosas fotografias en las que combina la fotografía, la técnica, y las flores y la naturaleza. Delicadas y frágiles, sus fotos me parecen de una gran sensibilidad.
