Cuenta la leyenda, que una humilde pastora iba a Belén a ver al Niño Jesús recién nacido. Como no tenía qué llevarle, pensó en cortar unas flores por el camino, pero la nieve lo cubría todo y la pastorcilla no encontró flores que cortar. Afligida, llegando ya a Belén, se puso a llorar, y al caer sus lágrimas en la nieve, unas bellas flores brotaron. Así nació el Helleborus Niger, la rosa de Navidad.
Las leyendas son preciosas, ¿quién sería el poeta que inventó algo tan bello como que las lágrimas de la pastora se convirtieran en hermosas flores? Lo cierto es que las flores del eleboro son preciosas, delicadas, alegres y atrevidas, porque mientras otras esperan que el sol y el calor caliente fuerte para despertarse, los eleboros se atreven con el frío del invierno, incluso surgiendo en medio de la nieve.
Los Helleborus se pueden utilizar de muchas maneras. Tienen un gran valor como cubierta vegetal perenne en el jardín. En Europa los helleborus en flor son muy apreciados en la temporada de Navidad. Su belleza se puede disfrutar en el interior durante algún tiempo: debemos mantener la planta en un lugar fresco mientras esté en casa, pero hay que plantarla tan pronto como sea posible en el exterior. También se pueden utilizar como flores cortadas. Las especies que florecen como el H. blanco niger son muy populares en arreglos de flores de corte. Estas flores tienen una tremenda vida útil. Otro día os traeremos algunas ideas.
En el jardín, los Helleborus disfrutan de la sombra o semi-sombra. Las plantas florecen mejor cuando están en una zona semi-sombra. Son de hoja perenne y hacen una gran cubierta vegetal durante todo el verano hasta el otoño. Según las variedades, disfrutaremos de sus flores en invierno temprano, a finales de invierno o a principios de primavera. El suelo del jardín debe estar bien drenado y rico en humus, preferentemente suelos básicos. El primer año debemos cuidar muy bien que no le falte el agua ni tampoco regar en exceso. Después del primer año sus raices se van extendiendo y requiere muy pocos cuidados.
Los eleboros no son plantas fáciles, como todo lo bueno, no es fácil. ¿Os acordais de la profesora de «Fama»? (es que tenemos unos añitos…), decía «Buscáis la fama, pero la fama cuesta, pues aqui es donde váis a empezar a pagar: con sudor» Pues eso mismo pasa con los Helleborus, buscamos la belleza, pero la belleza cuesta, … y hay que pagarla, primero económicamente, y luego con nuestros cuidados y nuestra paciencia. Las helleborus no son plantas baratas y tampoco son demasiado conocidas, pero son plantas muy bellas que nos durarán muchos años y florecerán donde y cuando otras no lo hacen. Debemos presentarlas como se merecen, darles la categoría, la elegancia que se merecen y que haga resaltar todo su valor.
Un abrazo.
preciosas fotos y esta ultima que especiales tiestos quien los pudiera encontrar. Me acaban de regalar esta planta que no conocia es bonita y delicada espero saber cuidarla para que me dure mucho tiempo. Gracias por las explicaciones