Una de las grandes tradiciones de la navidad es el muérdago.  Dicen que besarse bajo él trae suerte. ¿Será verdad? Pues no sé, pero creo que besarse siempre trae suerte, sea bajo el muérdago o no, porque la suerte es recibir un beso. 

El muérdago era muy habitual en los bosques celtas, donde los antiguos druidas le consideraban una planta sagrada y con numerosas propiedades medicinales, a la vez que místicas.  Era además considerado un símbolo de paz y un poderoso amuleto protector, además del símbolo de la masculinidad, como contraposición al acebo, que era el símbolo de la femineidad. Hay leyendas que dicen que sus poderes mágicos provienen de que fue creado como un elemento que no era del cielo ni de la tierra, ya que sus raíces no tocan nunca la tierra, pero tampoco se sostiene por sí mismo en el aire.

Entre las muchas bondades que se le atribuía al muérdago se encontraba el considerarlo afrodisiaco, un potenciador de la fertilidad y la planta de la paz y el amor. Esto llevó a que en muchos hogares se colgase una rama de muérdago en la misma entrada, a modo de atraer la buena suerte para sus habitantes y visitantes, que reinase en aquella casa el amor y la paz y a la vez que fuese bendecida con muchos hijos.

De ahí nació la costumbre de abrazarse y besarse al llegar a una casa y hacerlo cruzando el umbral en el que se encontraba el muérdago colgado. Con el paso de los años y la instauración de las costumbres navideñas, el muérdago continuó siendo uno de los elementos presentes en la decoración y, por tanto, continuando la tradición de que besarse bajo una rama de esta planta proporcionaría suerte y amor.

Pero no todo es tan bucólico con el muérdago. El muérdago es en realidad una planta parásita originaria del norte de Europa que ha emigrado hacia casi todo el mundo y los estudios realizados por biólogos nos muestran un aspecto destructivo y poco romántico de este vegetal. Crece en las ramas de los árboles afectando a muchas especies y hoy se encuentra tanto en las latitudes nórdicas como subtropicales y tropicales.

El Muérdago hemiparásito, la mayoría de las veces infecta al sauce, al roble rojo, al nogal, a la pacana, al almez y a los fresnos verdes. Es un parásito de hoja perenne que se propaga a través de semillas. Sus semillas blancas, que son muy pegajosas, son comidas por las aves. Después que las semillas pasan por el sistema digestivo de un ave, algunas son depositadas en una rama de árbol, en la que se pegan y germinan, crecen en la corteza del árbol y en el sistema vascular del árbol. Los árboles sanos pueden tolerar las infestaciones pequeñas, pero grandes infestaciones, o infestaciones que permanecen desde hace varios años, pueden reducir el vigor de los árboles, causar retraso del crecimiento, amarillamiento y eventualmente la muerte.

En México, el muérdago es la causa de muerte de fresnos urbanos y una de las principales causas de debilitamiento y muerte de los bosques en vías de desaparición en las faldas del Nevado de Toluca. Como es de un color verde brillante, algunas veces no es notorio el deterioro que causas en las ramas del árbol que parasitan hasta que éstas caen muertas. El muérdago penetra en los vasos del árbol y le absorbe agua y nutrientes hasta matarlo después de 15 o 20 años de haberlo infestado. Un abrazo.