Llega el verano y aprieta el calor, pero parece como si el Agapanto (Agapanthus afrikanus) quisiera hacernos más llevaderas las altas temperaturas. Con su esplendido color azul, las flores se reunen en fantásticas umbelas (parece que no les gusta estar solas),  y alegran plazas y jardines, evocando un mar azul, fresco y claro.  Imprescindible en ramos y composiciones florales, donde aporta un toque veraniego, y una sensación de espacio abierto y diáfano. 

Le llaman «Flor del amor», por que en griego agape significa amor, anthos significa flor, pero a mí me gustaria más que se llamara «flor del mar» ,  creo que le sienta mejor.  Fuerte y resistente, soporta el sol pero florece tambien en semi-sombra, resiste periodos de sequia, bajas temperaturas, hasta 10-15º bajo cero,  vamos, una todo terreno en toda regla.  Su época de floración es corta, a finales de primavera, principios de verano,  pero lo compensa la intensa belleza de sus flores. Y cuando no está en flor, sus hojas lanceoladas se mantienen verdes y brillantes durante todo el año.

Hay una variedad blanca, «Albus» no tan común pero igualmente bella. 
Usado tanto en ramos como centros florales, el agapanto es elegante, su altura nos peermite crear composiciones con alzada, paralelos,… y sus grandes umbelas llenan el espacio por si solas.  Solo o acompañado, hay que aprovechar su corta disponibilidad.Y en ramos de novia, actuales, frescos, atrevidos,…

¿Más ideas?  Se admiten sugerencias 😉

Un abrazo