Cuando llego a casa, me recibe un suave perfume que me recuerda que aunque ahora el frío y la lluvia sean los protagonistas del invierno, siempre vuelve la primavera. Y mientras, los jacintos nos hacen la espera más llevadera.

Con su gran variedad de colores y su fragancia intensa, el jacinto es ideal para acompañarnos durante el invierno y la primavera. Es una planta muy versátil, que podemos usar en el interior, aprovechando su perfume natural y sus cálidos colores para alegrar nuestro hogar, pero también podemos plantar los bulbos en el exterior, bien sea en macetas o en parterres, y así podremos disfrutar de toda su belleza en los primeros días de la primavera, cuando nos apetece ya disfrutar de nuestros jardines y balcones, pero otras plantas más frioleras todavía están dormidas.

El Jacinto (Hyacinthus orientalis) es una planta bulbosa,  de unos 25 cm. de altura, formada por una gruesa y densa espiga llena de  flores que parecen diminutas estrellas de mar, y que cuando abren desprenden todo su perfume. Los bulbos deben plantarse en otoño para que florezcan a principios de la primavera. Si las plantamos en maceta, es importante que la maceta esté bien drenada, ya que un exceso de agua puede pudrir las raíces, por lo que no hay que dejar nunca agua en el plato.  En el jardín, el riego debe ser frecuente pero con poca agua, la tierra no debe quedar nunca seca del todo, y no hay necesidad de añadirle fertilizantes.

Para conservar los bulbos para la siguiente floración lo más recomendable es cortar el tallo principal, una vez las flores y las hojas se han secado. A continuación sacar el bulbo de la tierra, limpiarlo con un paño y dejar que se seque. Finalmente se pueden envolver el papel de diario y guardar en una caja, en un lugar fresco y oscuro, colocando el nacimiento del tallo hacia arriba, y hasta su próxima replantación.

El jacinto es una planta que puede cultivarse perfectamente en el interior del hogar. En casa, los jacintos aportan belleza y fragancia.  Suelen comercializarse en pequeños envases de un bulbo, o bien en macetas combinadas de varios. Su precio es muy económico.  Una manera ideal es la combinación con agua y cristal: se deben limpiar completamente las raíces de tierra y ponerlas en u recipiente con agua, combinado con piedras decorativas. Es importante que el agua llegue hasta la base del bulbo, pero que no lo cubra en ningún momento, porque se pudriría, es decir, solo deben rozarse el agua y el bulbo. Podemos escoger entre una gran variedad de colores, porque su gama va del blanco al rojo, pasando por todos los rosados y también en tonos azules y lila.

Un abrazo